El poeta sevillano Víctor Muñoz aborda en “El patio número 3” el sufrimiento de aquellas mujeres sevillanas que perdieron a sus seres queridos durante la represión franquista. Una obra en clave teatral que recupera un doloroso episodio de la historia, una ignominia que algunos sectores pretenden borrar de nuestra memoria.
No es ningún secreto que durante la represión franquista en Sevilla se acometieron purgas políticas abominables; asesinatos a sangre fría, inhumanos, crueles, de personas que el régimen consideraba “rojas”, de ideales republicanos o contrarios a la dictadura. En Sevilla, a partir de 1936, fue tristemente célebre la comisaría de la calle Jesús del Gran Poder, que guarda entre sus paredes algunos de los episodios más violentos de la historia de la ciudad. Aún hoy, casi 90 años después, hay quienes la recuerdan como un lugar de sufrimiento, violencia y escarnio, el mismo lugar donde, en plena represión, acudían mujeres desesperadas con el corazón en un puño, buscando noticias de sus familiares desaparecidos.
No olvidemos que la represión en Andalucía fue arrolladora, letal y especialmente cruenta, máxime en Sevilla con el mando del sanguinario general Queipo de Llano, responsable de unos 45.000 fusilamientos, felizmente exhumado de la basílica de la Macarena de Sevilla en el año 2022.
Es necesario describir y entender tal contexto para acercarnos con fundamento al libro El Patio número 3, publicado recientemente por Ediciones del Bufón, que nos cuenta, a modo de obra teatral, el viacrucis de una madre que lleva comida a su hijo represaliado cada día, sin saber que ha sido asesinado. Un texto conmovedor, que se vale de la poesía de la derrota y el desaliento para emocionarnos. No hay lector sensibilizado que no pueda ver en María, esta madre testaruda que se niega a aceptar el destino de su hijo, la personificación de la angustia y la resignación de un pueblo humillado por la dictadura.
Aunque el ecosistema laboral haya sido objeto de estudio en el mundo del cómic de forma frecuente los últimos años; desde un punto de vista histórico como “Los combates cotidianos” o “Entretelas”, hasta una óptica más moderna, con “Cuando el trabajo mata” y “Esclavos del trabajo”; lo cierto es que la permanente tensión entre las condiciones laborales y la clase trabajadora conducen a los autores y autoras a seguir indagando en esta problemática. El trabajo es un tema, probablemente EL TEMA de nuestros días. Las nuevas fórmulas de precariedad laboral, la legión de trabajadores pobres y las nuevas tecnologías como gran aliada de la explotación da para un género en sí mismo que viene a explicar las diferentes apariencias de la miseria humana.
1. Podemos ha terminado enfrentado a todos los grupúsculos progresistas (desde la izquierda más radical a la más moderada) y así es imposible sobrevivir o tejer un proyecto con aspiraciones de unión y cambio: Sumar, anticapitalistas, errejonistas, comunistas clásicos, arribistas transversales, la izquierda moderada, los verdes… todos tenían cuentas que ajustar contra Podemos y Podemos (o, mayormente, el pablismo) se enfrentó a todos. El cainismo de la izquierda, un clásico de la política desde que el mundo es mundo, en su versión más descarnada y áspera. Con un Podemos casi extinguido se cumple el anhelo de muchas personas. Demasiadas.
2. Podemos ha sido atacado por tierra, mar y aire desde la extrema derecha, la derecha, el centro, el centroizquierda y, de manera hiriente, desde el fuego amigo, por dentro y por fuera del partido. Para la historia quedará el partido más vilipendiado de la historia de la democracia, un partido aspiró a gobernar por delante del PSOE hace unos ocho años y que ahora tiene, para bien o mal, tan solo 5 diputados.
La canción, grabada en Sevilla, ha sido presentada con un impactante videoclip de estética futurista con una fuerte carga crítica.
La banda sureña andaluza Doctor Doppler vuelve a la carga; este supergrupo formado por los músicos Santi Castaño, Ángel Busto, Javier Escaño, Dani Cardiel y Rafa Caballero, se formó durante la pandemia, en el año 2020, e irrumpió con fuerza el pasado año con la publicación de la canción de larga duración Balada de un cuerpo inerte, un impresionante debut que ya daba muestras del universo tan particular que nos ofrece.
Alambrada ha sido el single elegido para presentar su segunda obra de larga duración, un EP de cuatro canciones que llevará como título El Progreso, y que se lanzará el próximo 15 de diciembre en todas las plataformas digitales: Spotify, Itunes y Youtube entre otras.
El adelanto de Alambrada encierra una fuerte carga alegórica. “El muro, la muralla o la valla fueron creadas por el ser humano para rodear un lugar o cerrar un paso. Alambrada es una canción que habla de ello con carácter universal, sin lugar ni año concreto, aunque será inevitable que al espectador y oyente le vengan varias referencias, cercanas y lejanas, pequeñas o gigantes…”, explica Ángel Busto, batería de la banda, añadiendo que: “sin banderas ni líderes y con una perspectiva atemporal para su composición, Alambrada suena a ritmos cercanos. Las palabras calan poco a poco, de la intimidad al desgarro, y la música envuelve todo el discurso con el rock y el folclore como ingredientes para experimentar”.
1. Alberto Núñez Feijoo se creyó presidente del Gobierno de España antes de tiempo. Los masajes en sus medios afines y clientelares, la sobreestimación de las encuestadoras (Gad3 y Sigma Dos salen escardadas de estas elecciones) y los resultados cosechados por el Partido Popular hace apenas dos meses le hicieron sentirse presidente. Sus asesores le aconsejaron abrazar el trumpismo y presentarse en los medios con un buen saco de mentiras sobre el Gobierno de Sánchez. Hasta que Silvia Intxaurrondo hizo lo que no quisieron los presentadores de AtresMedia; le paró los pies en una entrevista en prime time por la mañana en la televisión pública. Desde entonces todo le fue de mal en peor: se le cazaron otras fakes news, se le cambió el gesto de la cara, le temblaba la voz con asiduidad y afloró el nerviosismo en la derecha y sus socios de la ultraderecha. Feijoo acabó inventando una lesión y desapareciendo de un debate a cuatro con los candidatos por puro miedo. Para colmo, reflotaba en la prensa internacional su relación con los narcotraficantes gallegos. En el año 1992 el Real Madrid llegaba al final del campeonato de Liga con medio título en el bolsillo y enormemente confiado. Su soberbia le jugó una mala pasada y terminó jugándose el título en un último partido contra un rival hambriento que le hizo la vida imposible. A poco del final, un malentendido de película entre Rocha y Buyo dejó al Real Madrid sin título. Como Feijoó, que ya se veía presidente y ahora tendrá que rezar para que Junts no permita a Sánchez prorrogar su mandato.
2. Nunca antes los medios de comunicación y las encuestas fueron concebidos como armas políticas del poder antes que servicios a la ciudadanía. Nunca antes intentaron confundir a la opinión pública anteponiendo sus deseos a la propia realidad. Desde la dupla Ana Pastor y Vicente Vallés hasta la demoscopia por encargo de la derecha, o el lobbie más poderoso de la comunicación española, Ana Rosa Quintana, Griso y Ferreras, actuaron como activistas del Partido Popular en la campaña. Ni con esas arrasó Feijoo y la blanqueada ultraderecha, pero aún salvados por la campana, el monopolio televisivo de la derecha en prime time es extremadamente preocupante.
La bochornosa cobertura periodística del fallecimiento de una de las mayores figuras de la historia del cómic español desvela el amateurismo de la industria y hace saltar las alarmas sobre la mala praxis periodística en medios generalistas que presumen de rigurosos.
La noticia saltaba este miércoles a primera hora de la mañana; Carlos Pacheco, el que quizás sea considerado el dibujante español más trascendente y prestigioso de la industria del cómic superheróico, había fallecido a los 60 años por complicaciones derivadas de una enfermedad diagnosticada meses atrás, la ELA, o como se le conoce sin abreviaturas, la esclerosis lateral amiotrófica.
La exclusiva la ofrecía nada más y nada menos que la Asociación Sectorial del Cómic, de la que formó parte el autor gaditano, en su página web a las 8:38 de la mañana. Para ajenos al mundo del cómic, dicha entidad representa a un colectivo importante de profesionales y autores de la industria, cuyos portavoces copan los principales eventos, coloquios y jurados relacionados con el noveno arte en España. En su página web se autodefinen como un “colectivo integrado por personas y entidades procedentes de las diversas áreas profesionales que componen el sector del cómic en España, cuyo principal objetivo es intermediar con las administraciones y colaborar con otros colectivos en pos de promover acciones que contribuyan a la mejora del sector”.
No fue el único foco mediático que publicaba la noticia, a las 9:16 de la mañana lo hacía el periódico El País, en un artículo firmado por la periodista Amalia Bulnes.
La noticia difundida por estas dos fuentes, en teoría fiables, más el pesar mostrado casi al instante por muchos de los compañeros de oficio de Pacheco, hicieron correr como la pólvora la defunción del dibujante gaditano, que fue publicándose en la mayoría de medios locales y nacionales a lo largo de la mañana.
El filósofo malagueño Antonio Gómez Villar presentó en Jerez de la Frontera, en el Corral de San Antón, el libro Los Olvidados, una rotunda réplica a las teorías procedentes de un “conservadurismo sensible”, las mismas que afean las luchas culturales e identitarias.
En una época compleja para el progresismo en España, la izquierda se encuentra perdida en el laberinto. Una emergente y errónea dicotomía entre lo cultural y lo material alimenta fricciones y genera desafección. Antonio Gómez Villar (Coín, Málaga, 1985) se ha propuesto romper este marco de confrontación teórica y generar otros espacios más amables y constructivos. Un reseteo que huye de nostalgias y mira con optimismo al futuro; hablamos con el autor sobre esta intrincada controversia y profundizamos en la tesis de su ensayo.
¿Son los olvidados del siglo XXI un constructo ideológico reaccionario?
“Los olvidados” es el sujeto político de las nuevas extremas derechas. Se presenta una dicotomía entre “los olvidados”, “los perdedores de la globalización”, frente a la mal llamada “izquierda cultural”. O sea, lo progre como sobredeterminación, como superficie de inscripción de odios y resentimiento. Una reacción ante las nuevas demandas y reivindicaciones del feminismo, las luchas antiracistas o el movimiento LGTBIQ.
Habríamos de añadir que la apelación reaccionaria a “los olvidados” es también un intento de politizar las angustias existenciales de la crisis material y simbólica de las clases medias, otorgándoles un estatuto simbólico superior desde el punto de vista de género o racial. La clases medias no están atravesadas tanto por un miedo concreto a seguir perdiendo capacidad de consumo o bienestar material, cuanto una angustia existencial a perder el estatus social que hasta entonces detentaban.
La banda sureña Doctor Doppler presenta la obra Balada de un Cuerpo Inerte, una propuesta musical virtuosa y arriesgada que expone un potente mensaje antisistema. Este primer trabajo musical tendrá su réplica este mismo invierno.
Los supergrupos son un rara avis del universo musical que nacieron allá por la década de los sesenta. Se trataba de formaciones musicales compuestas por artistas que ya habían despuntado en otras bandas y que se unían en momentos concretos para dar rienda suelta a su talento y aportar lo mejor de sí mismos en un proyecto común. Supergrupos míticos como los Traveling Wilburys o The Dirty Mac pueden dar buena cuenta de ello.
A escala nacional siguen surgiendo algunos supergrupos; en Andalucía, por ejemplo, podemos decir que el Doctor Doppler es un supergrupo andaluz de nuevo cuño. Formada por Javier Escaño (Killem, Revolulu Band, Mah), Ángel Busto y Santi Castaño (Revolulu Band, Mah), Dani Cardiel (Antagonista, Envilo) y Rafa Caballero (Rafa Caballero en solitario, Hoja de Ruta), esta banda de múltiples referencias une saberes y experiencia en un osado laboratorio musical.
Este otoño han publicado su primera obra, la composición de larga duración Balada de un Cuerpo Inerte, una experiencia musical y visual que ya está disponible para su escucha en las plataformas de Youtube y en Spotify, entre otras. Hablamos con sus componentes para conocer el proyecto y profundizar en sus mensajes.
¿Cómo surge el proyecto de Doctor Doppler y cuál es su intencionalidad y sentido?
Dani Cardiel: Pues es curioso cómo nace el proyecto. Rafa Caballero y yo hemos colaborado en multitud de ocasiones en nuestras respectivas carreras y hemos colaborado en creaciones conjuntas como la canción Contra el Mundo, lanzada en formato single. Un día fuimos a un concierto de El Twanguero y, en el coche, hablamos de volver a colaborar. Allí habíamos quedado con Ángel, Javi y Santi, con los que yo ya había trabajado anteriormente. A todos nos pareció una unión de amigos y músicos muy potente y lo demás sólo fue dejar volar la imaginación.
Ángel Busto: Siempre tuvimos en mente hacer algo peculiar entre nosotros. A pesar de que somos compañeros desde hace ya muchos años, nunca nos habíamos reunido los cinco músicos para plasmar un proyecto sólido. Aprovechamos las horas de encierro en la pandemia para trabajar y producir en nuestros laboratorios BDUCI, nuestra primera propuesta. En ese sentido, queríamos proponer al público una obra audiovisual cargada de mensajes y simbolismos que provoquen un ejercicio de reflexión en el oyente y espectador del siglo XXI.
Esta es una obra conceptual, claramente introspectiva, muy intensa, ¿qué pretendéis despertar en el oyente?
D: Personalmente siento el acto de crear música como una forma de expresar sentimientos y emociones. No suelo darle vueltas a qué sentirán los demás al escucharla. Es cierto que esta obra en cuestión tiene escondida una gran crítica social al sistema. Y es que estamos vivos en un mundo donde cada vez hay más muertos en vida.
A: Creo que nuestra visión general de la música es de por sí arriesgada, vista desde el contexto actual, donde todo es de usar y tirar, de corta duración y fácil digestión. No pretendemos ser pedagogos de nada, pero sí mover los hilos de la mente y fomentar la reflexión sobre la sociedad actual, poner en interrogante muchas cuestiones que consideramos de vital importancia.
Javier Escaño: A nivel musical creo que todos teníamos claro que queríamos hacer algo que se pudiera sostener tras varias escuchas y siempre pudieras percibir algún elemento nuevo en la composición. Queríamos algo que tuviera distintos colores más allá del rock más directo y nos permitiera añadir capas de instrumentos y crear pasajes más ambientales y evocadores.
Rafa Caballero: En la pregunta está la respuesta. Despertar al oyente es uno de los retos; crear atención. Balada de un cuerpo inerte es una canción de diez minutos que puede presumir de someter a los sentidos del espectador. Si entras y viajas a través de BDUCI no te quedas indiferente. Doctor Doppler es un presente para los oídos que no se han descuidado en las dos últimas décadas.
Os habéis unido músicos que proceden de diferentes ámbitos y estilos, ¿cómo ha sido este encuentro musical y qué creéis que habéis aportado los unos a los otros?
D: Todos nos conocíamos de otros proyectos. Para mí ha sido una auténtica gozada, pues he tenido la suerte de vivir muchas experiencias vitales y musicales junto a todos los miembros de la formación. El rock progresivo y psicodélico de Revolulu Band, unido a la voz y los textos de Rafa ha sido una auténtica mezcla de calidad y saber hacer.
A: La experiencia que estamos disfrutando es muy enriquecedora a nivel artístico y emocional. Cada compañero vuelca toda su experiencia en el proyecto, y además nos sirve como una herramienta de aprendizaje y experimentación en algunos campos. El hecho de mezclarnos varios músicos de pop, rock, metal,etc nos ha ayudado muchísimo a que el resultado final sea un caleidoscopio sonoro que se asienta en el rock progresivo de los 70, pero que también bebe de algunos pasajes lentos y melódicos propios del pop o la canción de autor.
J: Cualquier creación musical en la que sus integrantes vienen de contextos musicales distintos, da siempre como resultado algo enriquecedor si estás abierto a que lo sea.
Habéis trabajado este proyecto en la distancia, en plena pandemia. ¿De qué modo ha afectado esta a la hora de componer letra y música?
A: Llevábamos mucho tiempo hablando de cómo plasmar una autoproducción potente, y la pandemia resultó determinante para decidirnos a dar el paso. Para nosotros tenía mucho sentido hablar del “yo” y del “todo” que nos rodea en un momento tan difícil. Desde luego el sentimiento que nos unía era el de hacer algo que tuviera impacto, en nosotros mismos primero, y en el exterior después. Trabajar en la distancia supuso afilar mejor el proceso de producción, ya que estábamos entre Sevilla, Jerez y Madrid y no hubo reuniones físicas ni ensayos. Todo fue a base de videollamadas y grabaciones a distancia.
La balada tiene un punto reivindicativo; habláis de “generación perdida”, de desarraigo, de la hipocresía de algunos sectores sociales… ¿hacía donde enfocáis la intención del texto?
A: Lo primero que sentíamos componiendo la canción es que necesitábamos crear inestabilidad en la moral de las personas. No se trata de incomodar, pero sí de fomentar en el espectador y oyente una observación profunda de los temas que abordamos.
R: Hay una palabra que desde ciertas esferas de la sociedad y a través de la repercusión mediática se ha ido ganando desprestigio; antisistema. Si analizamos su significado es de las palabras más poderosas y bellas. La libertad de pensar y creer que algo no funciona. Doctor Doppler es una propuesta antisistema.
BDUCI es un texto humanista con un claro mensaje de lucha de condiciones.
En cada acto de la canción la letra está estructurada de manera diferente. Hay dos, acto I y acto III, más libres en la rima y con una riqueza de palabras muy sonoras y gustosas de cantar. Y en el acto II, el rock agónico se funde con dos décimas espinelas. Esa combinación de poesía y rock es una de las cosas que van a estar muy presentes en el laboratorio de Doctor Doppler.
Habéis fusionado el apartado musical con las imágenes. ¿Quién se ha encargado del grafismo y por qué queríais presentarlo así?
Dani: El lápiz lo ha puesto Santi. Ha sido un trabajo genial el que ha hecho. La estética, el color, el ritmo de la imágenes, la crudeza de las mismas… me parece una auténtica pasada. El guión del vídeo lo hemos hecho entre todos, al igual que la composición musical. Una constante lluvia de ideas acerca de los simbolismos que queríamos tratar. La cantidad de documentos que tenemos compartidos en la nube es alucinante.
A: “Balada de un Cuerpo Inerte” se presenta como obra audiovisual donde música e imagen tienen la misma potencia. Santi, bajista del proyecto, ha dirigido y producido todo el apartado visual, con algunas aportaciones del resto de compañeros.
Santiago Castaño: He jugado con el simbolismo, con muchas metáforas; nada está puesto al azar y todo adquiere un significado. Para nosotros el vídeo tiene un sentido, pero cada uno puede otorgarle el sentido que desee, ahí está lo bonito y lo interesante de cuando arte y poesía caminan juntos.
¿Qué influencias y referentes habéis manejado en la composición de esta balada?
A: Es difícil ponerle límites a esto porque realmente hemos sido totalmente libres a la hora de componer y hacer arreglos. Quizás sea el rock de los setenta en general el estilo predominante y como denominador común, pero con varios giros hacia la canción de autor, el pop o el metal. Hemos bebido de Pink Floyd, Steven Wilson, Calexico, incluso de la última era de Extremoduro etc… Todo es posible en el laboratorio de Doppler.
J: A nivel de producción nos hemos fijado mucho en artistas/productores como Steven Wilson o Alan Parson. Esto, unido a partes más acústicas al estilo de Pájaro o partes de rock sureño o blues, hacen de la obra algo al alcance de muchos tipos de oyentes.
¿Tiene Doctor Doppler afán de continuidad?, ¿hasta dónde llegará el proyecto?
D: Una vez que tuvimos terminada Balada de Un Cuerpo Inerte y vimos la calidad del trabajo no dudamos en darle continuidad. Seguimos componiendo nuevas ideas para poder lanzar algo este otoño.
A: Siempre y cuando la legislación esté acorde a la realidad laboral de los artistas y los gremios que los acompañan, me parecerá bien. No tiene sentido argumentar mejoras que luego en la práctica no se pueden llevar a cabo. Me parece necesario revisar y actualizar la ley para artistas para mejorar este mundo laboral tan peculiar.
Tenéis varios proyectos paralelos al margen de Doctor Doppler; ¿cómo se compagina todo a la vez?
A: Este es el pan de cada día de cualquier músico en activo. Aunque no es nada fácil gestionar varios proyectos musicales a la vez, las ganas y la motivación de hacer algo artístico y que sea gratificante para uno puede con todas las dificultades (económicas, de tiempo, esfuerzo…). Es cierto que a veces debes priorizar una cosa sobre otra, pero entendemos que, a fin de cuentas, es como la gestión de cualquier otra profesión.
R: No hay una fórmula. Distancia, idas y venidas, otros proyectos… Siempre hay un hueco para trabajar en aquello que se hace desde las tripas. Es un lujo que los cinco aportemos y sumemos. Pasión y oficio.
El veterano periodista presentó en Jerez de la Frontera una versión revisada y mejorada del libro 366 historias del fútbol mundial que deberías conocer (Espasa, 2022) en un momento en el que el fútbol moderno está cambiando a una velocidad vertiginosa.
La vida sonríe a Alfredo Relaño (Madrid, 1951), figura clave para entender el periodismo deportivo de nuestro país en las últimas décadas. Hoy, ya al margen de la dirección del diario AS, compagina su columna diaria de lunes a viernes con su colaboración en El País Deportes escribiendo sobre fútbol histórico y sus intervenciones en la radio. Se le percibe liberado, disfrutón, con ganas de hablar sobre deporte y, claro está, sobre fútbol. Acude a presentar la reedición de su documentado libro 366 historias del fútbol mundial que deberías conocer al jardín de la Luna Nueva, en el centro histórico de Jerez, en una fecha muy especial para la afición futbolera; la conmemoración de los doce años de la victoria de la selección Española en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica. Hoy, hablamos sobre fútbol y sociedad.
Este libro es una reedición de una obra del 2010, que habéis querido mejorar y ampliar. ¿Por qué actualizar este compendio de historias?, ¿cuáles son los criterios que has elegido para la selección de estos relatos e ir descartando otros?
Fue una iniciativa de la editorial. El libro había funcionado muy bien en su momento y seguía vendiéndose a goteo cada año. Podíamos reeditarlo, sí, pero habían pasado muchas cosas en estos diez años que queríamos que estuvieran presentes en el libro. El libro cuenta, día por día del año, una historia futbolística relevante que ha pasado en ese mismo día años atrás. Puedes buscar una buena historia que ha pasado el día de tu cumpleaños, por ejemplo, siempre dentro de los 150 años de vida que tiene el fútbol. No son anécdotas, hay episodios realmente importantes que han marcado el rumbo del fútbol. Hasta en los años bisiestos han pasado cosas importantes, por eso son 366 las historias que concurren en el libro. En los últimos años han sucedido cosas importantes como la irrupción de los clubes estados (con la Champions que ha ganado Abramovich), el traspaso de Neymar al PSG por 222 millones de euros, la irrupción del fútbol femenino en España, el el balón de oro a Alexia Putellas y la asistencia de más de 90.000 en el Camp Nou para un partido de mujeres, el asalto del FBI a la FIFA por motivos de corrupción, la muerte de Maradona que conmociona al mundo, la tragedia del Chapecoense en un avión que era una porquería, etc. Hay como veinte episodios nuevos que he recogido porque merecían la pena destacarse.
La escritora mexicana Brenda Navarro, que presentó en Jerez de la Frontera su última novela, Cenizas en la Boca, reflexiona sobre el rol de la mujer migrante y señala la necesidad de poner los cuidados y afectos en el centro de nuestra vida diaria.
Cuando la ópera prima de la socióloga Brenda Navarro (Ciudad de México, 1982) irrumpió en la escena literaria española, la crítica fue unánime; Casas Vacías era una brillante y vibrante novela sobre las maternidades. La autora heredaba así una difícil encomienda; volver a convencer apenas dos años después con su segunda obra, Cenizas en la Boca (Sexto Piso, 2022). Y en esa labor anda involucrada, recorriendo la península de presentación en presentación. El día antes de acudir a la Feria del Libro de Cádiz, Navarro participó en un club de lectura en la Librería el Laberinto, en Jerez. Su actividad es frenética, su discurso activista lo impregna todo. Hablamos con ella largo y tendido sobre literatura, sociedad y política.
Casas Vacías fue una primera novela que causó un gran impacto en la comunidad de lectores, ¿tenías algún temor al encarar el siguiente paso?, ¿cómo te enfrentaste a esta nueva creación?
No tenía ningún tipo de temor porque sabía que tenía el respaldo de la editorial. Lo escribí en un momento en el que quería justamente darme el espacio para crear pensando en que estaba escribiendo un libro, porque la primera novela nunca sabes si se va a publicar o no, y con la segunda ya sabía que sí. Sabía que iba a ser leída y que se iba a comprar, y eso te da mucha tranquilidad especialmente en este sector, el literario, en que nunca sabemos qué va a suceder. Traté de retarme mucho más; de disfrutar del oficio de escritora, de pedirme cosas nuevas, de ser más consciente de que lo que iba a escribir con Cenizas en la Boca iba a tener un impacto distinto.