Todas son indignantes, todas procuran engañar a alguien y todas son utilizadas de forma premeditada y sin el más mínimo pudor. La clase política retuerce y amolda las palabras para instaurar una neolengua que maquilla la corrupción, esquiva las crisis, modera los impuestos y nos hacen creer que todo va viento en popa cuando en realidad algunos de ellos están saqueando las arcas públicas y pisoteando nuestros derechos. Diez ejemplos del nivel de cinismo que somos capaces de tolerar:
1) Contabilidad extracontable. Luis Bárcenas, el que no debe ser nombrado, el contable de la época de José María Aznar encargado de cobrar los sobresueldos que pedía el Partido Popular a las empresas para conseguirles adjudicaciones, el mismo, declaró ayer que el partido disponía de una contabilidad extracontable. El enésimo intento de pasar un tupido velo por una realidad tan indiscutible como indignante: el Partido Popular organizó una contabilidad en B, no declarada, ilegal, irregular, in black o como queramos llamarla, en la que recogía todos los tejemanejes económicos e ingresos y repartos chusqueros por los que se repartían el pastel, financiaban sus campañas electorales y esquivaban los impuestos. Bárcenas, como tantas otras veces, vuelve a reírse de la gente probablemente amenazado por el PP o quizás porque ya no tiene escrúpulo alguno. La famiglia en todo su esplendor.
2) Indemnización en diferido. Otro caso de neolengua con Bárcenas de por medio. Cospedal no sabía como defender lo indefendible, el supuesto prorrateo del finiquito del extesorero para desligarlo de la época de Rajoy. Tampoco se había preparado bien el discurso, tal y como podemos leer en esta transcripción: «Vamos a ver. ¡Eh….! La indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido y como fue una indemnización en difini… en, en diferido… en forma, efectivamente, de simulación de… Simulación, o de… Lo que hubiera sido en diferido, en partes de una… De lo que antes era… Una retribución, tenia que tener la retención a la Seguridad Social. Es que si no hubiera sido… A.. Ahora se habla mucho de pagos que no tienen retenciones a la Seguridad Social ¿Verdad? Pues aquí se es que quito… se quiso… Hacer como hay que hacerlo, es decir: con la retención a la Seguridad Social. Y mire usted, yo le voy a decir algo bien claro, si hubiera habido algo que ocultar… Si hubiera habido algo que ocultar… Es más… gobernando en españa el partido socialista y por lo tanto teniendo acceso absolutamente a toda la documentación oficial… Pues no se habría hecho un pago en diferido de una indemnización en forma de retribución, o se habría hecho ese pago también dándole la forma en su parte, de cotizaciones sociales. No, se entendía que hubiera que hubiera nada que ocultar. Y no había nada que ocultar… Y por eso y… Se hizo, con esa claridad. Fue un acuerdo entre partes. Hoy hay personas que pueden discutir si es más o menos oportuno, si jurídicamente está mejor o peor llevado… O mejor o peor hecho. Pero así fue como se pactó«. El Partido Popular ha hecho malabares políticos y lingüisticos para salir indemne de una las mayores estafas de la historia de la democracia. Y ojo, que les está saliendo bien.
8. Medidas excepcionales para incentivar la tributación de rentas no declaradas o lo que es lo mismo, como el ministro Montoro llamaba a la amnistía fiscal para sus amigotes. Hagamos un repaso de los nombres que se acogieron a esta medida del Gobierno: Rodrigo Rato, Luis Bárcenas, la casa Real, los Pujol, Almodóvar, Leo Messi o el sindicalista Fernando Martín entre otros ladrones de guante blanco, la mayoría ligada a las altas esferas de nuestra sociedad. Lo que quería ser una medida recaudatoria acabó siendo una vía de escape para delincuentes y un estrepitoso fracaso económico.
9. Usuario final. Silvio Berlusconi, uno de los dirigentes más mafiosos de toda la historia de la política, estaba inmerso en un importante escándalo de prostitución, corrupción de menores y tráfico de drogas ocurridos en su propia residencia. El abogado de Berlusconi, Nicolò Ghedini, se refirió al primer ministro como «usuario final» cuando lo que sabía todo el país es que fue un cliente de unas prostitutas muy jóvenes. Los fiscales Pietro Forno y Antonio Sangermano se refirieron a la residencia de Berlusconi como un «auténtico prostíbulo para complacer al primer ministro» bajo la complicidad de sus ayudantes. Afortunadamente, el eufemismo no se lo tragó nadie, pero en un futuro podríamos tratar el tema de la hiriente tendencia en Italia por disculpar este tipo de actuaciones.


Últimas entradas de Alejandro López Menacho (ver todo)
- Un crimen atroz y una información interesada - 14 septiembre, 2020
- El Rey de la corrupción se da a la fuga - 4 agosto, 2020
- Bunbury debe rectificar - 22 junio, 2020
Una Réplica
T&T
Buen artículo, la picaresca española no conoce límites