El libro sobre la efímera e inusual trayectoria de Family, uno de los grupos indies por antonomasia, que enfatiza en su único disco, Un soplo en el corazón, es café para los muy cafeteros, caviar para los melómanos, ese tipo de productos de nicho que refuerzan y construyen nuestro universo musical. Este artefacto de estudio y profundización solo podría ser obra de Efe Eme, la revista, ahora también editorial, que está publicando los libros musicales sobre discos de finales del siglo XX más jugosos en la actualidad. El Misterio de Family lo firma un viejo rockero, nunca mejor dicho, el periodista y profesor César Prieto, que se inmiscuye en la titánica tarea de reconstruir el pasado del único disco de la formación, conocido por su hermetismo y una escasísima difusión en los medios de comunicación.
Ese aura de disco oculto, enigmático y escurridizo aumentó, en gran parte, la popularidad de un cancionero que conquistó a la propia industria —y, en concreto, a la crítica— antes que al público; la obra no tuvo apenas relevancia a niveles de ventas. El verdadero valor del libro reside en su labor casi espeleológica en busca y captura de información para su posterior desarrollo. Prieto, en ocasiones, parece estar más en un aula que escribiendo un libro; su lenguaje y discurso es fluido y ameno, y toma partido en las controversias. Transmite con verdadera sapiencia y no parece dejarse mucho en el tintero. Todos conocemos las virtudes musicales de Family, pero quizás era necesario reunirlas y detallarlas: la sutileza, la melancolía, la sencillez; hablamos de un sonido vintage y la vez moderno (por contradictorio que parezca), de un pop electrónico y sentimental.
El gran debate de esta obra, no obstante, se centra en por qué Family fue flor de un disco; y las razones por las que decidieron abandonar su trayectoria musical para dedicarse a otras artes; en el caso de Aramburu, el arte visual o el diseño gráfico. Y sencillamente, no termina de aclararlo. El autor investiga y especula; y acaba exponiendo varias de las teorías sobre la mesa, dejando la respuesta abierta, como en aquellas películas en las que se traspasa al espectador la responsabilidad de interpretar la moraleja y el desenlace. Quizás lo de menos son las razones por las que la trayectoria de Family fue fugaz, atípica o estuvo rodeada de hermetismo; tampoco que fuera o no la obra maestra que aseguran que es o que si el indie patrio no supo conservar un diamante en bruto sin darle continuidad; quizás lo importante fue que estuvo ahí, que vino, sonó, convenció y enamoró. Y que, al convertirse en un disco hoy de culto, labró un sendero aún hoy revisitado y reivindicado. Este libro es la mejor prueba de ello.